El Big Bang, la Gran Explosión, fue lo que dio origen a nuestro universo. Ocurrió hace miles de millones de años, y fue un proceso relativamente rápido en sí, aunque lo que hoy conocemos como universo, los planetas, galaxias, etcétera, tardaron mucho más.
El Universo, antes del Big Bang, se encontraba condensado, apretado en una pequeña masa, más pequeña que un átomo. Las fuerzas de la Naturaleza (Gravedad, Nuclear y Electromagnética), formaban una superfuerza. Cuando el Universo comenzó a expandirse, se produjo una explosión enorme de energía. Un segundo más tarde, las leyes de la física ya eran las mismas, y el Universo comenzó a enfriarse lentamente. Gracias a éste enfriamiento, se comenzaron a formar núcleos atómicos de hidrógeno y helio. Miles de años más tarde, la luz comenzó a extenderse por el Universo (antes estaba atrapada en una masa densísima de materia), y ocurre el estallido de radiación de microondas. Mil millones de años después del Big Bang, comenzaron a formarse las estrellas, produciendo el Carbono, el Nitrógeno y el Oxígeno. A ésas estrella se le unirán , con el tiempo, planetas, satélites... y formarán un sistema, como nuestro Sistema Solar.
Éso es el Big Bang, pero... ¿cómo lo sabemos?. Para ello, nos remontamos a 1929, cuando Edwin Hubble consiguió medir la distancia a algunas galaxias cercanas. Hubble pretendía conseguir pruebas de que había más galaxias que la Vía Láctea, y para ello, necesitaba medir la distancia a ellas según su luminosidad. Y, además de demostrar su existencia, probó que se estaban alejando, y, cuanto más lejos se encontraban, mayor velocidad lo hacían. Ésto lo descubrió gracias al Efecto Doppler, pero no aplicado al sonido, sino a la luminosidad. Cuanto más lejos, la luminosidad tiende a ser roja. Y así ocurría. Por lo tanto, había una fuerza superior a la de la Gravedad que alejaba las galaxias entre sí, esto es, el Universo. Y si, por lo tanto, el Universo se expandía y se enfriaba... debería haber sido pequeño y caliente antes. Así surgió la hipótesis del Big Bang.
Años más tarde, en 1948, George Gamow, basado en la teoría de Hubble, calculó que aún tenían que quedar restos de ésa explosión, procedentes de las partes más alejadas del Universo, en forma de microondas; pero no fue él, sin Penzias y Wilson, dos científicos contemporáneos, los que las descubrieron, dando un fundamento fuerte a la teoría del Big Bang. Estaban probando un detector muy sensible de microondas, y descubrieron algunas que provenían del cielo, pero no de ninguna dirección en particular. Las estudiaron, y, apoyándose en Gamow y Hublle, descubrieron que, en efecto, los vestigios de la explosión inicial que formó nuestro planeta, nuestra satélite, nuestro sistema, nuestro Universo... llegaban a la Tierra. Por lo tanto, había existido.
Falta aclarar el efecto Doppler...
ResponderEliminar