lunes, 26 de marzo de 2012

Ejercicio 1, tema 5: "ADN, cromosomas, y demás cositas insignificantes que resultan ser la clave de la vida"

"Las reacciones químicas", el otro título que tenía  pensado.
Estas reacciones químicas son básicas para la vida.

La vida en sí es algo que inquieta al Ser Humano por naturaleza. La curiosidad matará a los gatos, pero a los  humanos les produce un hambre aguda e insaciable. Y si el origen de la vida es discutido, incluso actualmente, ¿por qué no iba a serlo la vida en sí? ¿Qué hace que un organismo respire, que reaccione, que se regulen las funciones vitales de miles de células que, en conjunto, resultan ser la vida en sí? ¿Qué es eso que da cuerda a un oganismo? La respuesta es algo muy pequeño, que se encuentra en el núcleo de cualquier célula de cualquier ser vivo: el ADN. Esta sustancia (ácido desoxirribonucleico) es la responsable de la vida. Cada célula tiene ADN, que es el encargado de transmitir la herencia genética, y contiene las instrucciones necesarias para fabricar proteínas, que es, a fin y al cabo, la causa primera y necesaria de la vida. Por tanto, y tiro de memoria para citar una frase Cándidoniana, "La vida son un conjunto de sustancias químicas". Así es, procesos químicos provocados por las proteínas, producidas gracias al ADN.



Bien, este ácido desoxirribonucleico ,causa fundamental de la vida, se encuentra en el núcleo de la célula muy apretado. AL fin y al cabo, tiene impresa la herencia genética de la especie del individuo, algo muy antiguo. El ADN se encuentra en los cromosomas de las células, bien enrollado. Un ejemplo de esta singular manera de enrollarse el ADN en los cromosomas la encontramos en las células humanas, donde 23 pares de cromosomas son, en realidad, dos metros de ADN enrollado. Sin embargo, la forma y el tamaño de los cromosomas es solamente observable durante el proceso de mitosis de la célula, donde se aprecia con total claridad (y un buen microscopio) la forma característica de la célula.



Por tanto, el ADN se encuentra en el núcleo celular, es básico para la vida al tener las instrucciones para sintetizar las proteínas correspondientes, y transmite la herencia genética. Pero, ¿y su estructura?

La estructura del ADN, descubierta por Watson y Crick en 1953, es un modelo de doble hélice, la espiral más famosa de la Ciencia. El ADN está formado por nucleótidos, que son moléculas orgánicas formadas a su vez por la unión de un monosacárido (llamado desoxirribosa), un ácido fosfórico, y una base nitrogenada, que puede ser adenina, citosina, guanina, o timina. La estructura de los nucleótidos es una obra de precisión de la Naturaleza, pues las bases nitrogenadas "conectan" entre sí de tal manera: citosina con guanina, y timina con adenina. Esto permite a las bases nitrogenadas conectarse entre sí, siendo así los peldaños de las escaleras que es la doble hélice del ADN.

Así pues, estos nucleótidos se alargan por la cadena de ADN hasta su final. Cada gen, los responsable s de los caracteres, está formado por 1000 nucleótidos. Así de fácil es la explicación de la vida, y vuelvo a citar: "reacciones químicas". Y tanto.

domingo, 11 de marzo de 2012

Ejercicio 5, tema 4: " El remedio, la enfermedad, y la discusión sobre qué es peor de los dos".


¿La medicina tiene alternativas? ¿Cómo va a tener algo alternativo (y por tanto, o igual de bueno o mejor que la propia medicina) una cosa que funciona tan bien?. Pues, en efecto, hay una medicina alternativa, o pseudomedicina, que se diferencia de la medicina en sí al no demostrar científicamente su validez. Así, es medicina alternativa la homeopatía (muy de moda últimamente), los "remedios" de los "curanderos" (¡atención, nos remontamos al s. XVI!), etc. Analicemos la homeopatía:

Comencemos por donde se empieza, mire usted, por el principio. La homeopatía remonta el comienzo de su hilo de vida al s. XIX, donde Hahnemann, un médico alemán, decidió "crear" su propia medicina, ya que la medicina de aquel tiempo causaba más sufrimiento que la propia dolencia (el remedio peor que la enfermedad). Hahnemann creía que dosis pequeñas de sustancias que, en dosis grandes, producirían los síntomas de una enfermedad, eran curativos para dicha enfermedad. Echaba en agua y golpeaba esta dosis para diluirla, y la sustancia le transmitía al agua el "espíritu curativo". Esa era la medicina de Hahnemann. Actualmente, la homeopatía lucha por demostrar su eficacia como verdaderamente cura de una enfermedad, no sólo como efecto placebo.

¿Efecto placebo? Consiste en dar a un enfermo una sustancia inocua que mejora sus síntomas y puede llegara a curarle (por ejemplo, y tiro de memoria en clase de CMC, a alguien que le duele mucho la cabeza se le da un caramelo de menta diciéndole que es un paracetamol, y el dolor de cabeza tan intenso se le pasa). Del efecto placebo es de lo que quiere librarse la homeopatía como si un incómodo bulto fuera; resta credibilidad a esta pseudociencia con aspiraciones. Lo que si demuestra de alguna manera el efecto placebo es el asombroso poder de la mente y del subconsciente humanos.



Pero no sólo la homeopatía abarca todo el campo de las pseudomedicinas: la acupuntura y los remedios naturales también forma parte de ellos. La acupuntura es un método mediante el cual se pincha al paciente con agujas para curar su dolor, o sus síntomas (como las náuseas post-operatorias). Este método, de origen asiático, está muy extendido por todo el mundo, y, al parecer, tiene, si no una cierta evidencia científica, un notable efecto positivo. En los hospitales franceses, por ejemplo, se utiliza esta técnica. Los remedios naturales como medicamento también han demostrado cierta eficacia en el tratamiento de enfermedades, y en Alemania se les regula como medicamentos normales.

Sin embargo, no todas las rosas son rojas, ni les faltan espinas. Algunas técnicas de curación de dudosa fama y  dudosos practicantes y doctores han llegado a ser denunciadas por Sanidad: "médicos" no titulados que practican técnicas tales como utilizar una bola de cristal que activa las ondas alfa del cerebro. El peligro de estas medicinas es a veces tan sólo la ignorancia de quienes la creen (dudo mucho que funcione un hombre con poderes psíquicos hablándole al aire mientras acaricia una rotura de un hueso; o al menos veo más práctico y mejor acercarse a urgencias); pero en otros casos, también, el remedio sí que puede ser pero que la enfermedad, llegando a agravar una lesión o enfermedad (por ejemplo, un curandero/chamán/brujo que coloque un hueso). Ahí, ese tipo de pseudociencia traspasa una línea frágil y pasa a ser un acto denunciable, como, de hecho, está siendo.

Medicinas hay, y pseudomedicinas eficaces también. Pero también hay ignorantes y personas que se aprovechan de ellos. Las pseudomedicinas o bien se ha demostrado científicamente que no funcionan; o se no se ha demostrado que funcionen.




miércoles, 7 de marzo de 2012

ejercicio 4, tema 4: La diabetes, los españoles y las ganas de comer.


Como insistí en el anterior ejercicio, a los españoles la comida, las ganas de comer, el hambre, la gula y la glotonería son palabras muy usadas y muy útiles en nuestro idioma. Disfrutamos desde hace siglos de la dieta de un país bendecido por el sol y el Mediterráneo, y el hambre es uno de nuestros peores enemigos a diario. Los nutrientes que necesitamos son muchos y diversos, para eso comemos. Sin embargo, hay quienes no pueden decidir cómo, cuando ni qué comer debido a una peculiar enfermedad: la diabetes. Esta enfermedad consiste en que la insulina no es secretada correctamente por la glándula de Langerhams, y por tanto, no se sintetizaran bien proteínas, grasas, ni glucosa, algo muy importante para nuestro cuerpo. De ahí los "bajones de azúcar" tan temidos para los diabéticos. La diabetes es una enfermedad que, pese a la "superciencia" de nuestros días, cambia la vida a los que la sufren. Los pinchazos y los análisis son constantes, y no siempre tienes la libertad de aquel que come lo que quiere cuando quiere (gran libertad). Lo pero de esta enfermedad es que se extiende perezosamente por nuestro país y, al parecer, por el mundo entero. Con un 5% más de diabéticos al año, en España se rozan los cuatro millones (casi como de parados) de diabéticos. Según el enlace en el Candidoblog, en Europa hay 33 millones de diabéticos, en América otros tantos, en Asia y Australasia, cerca de noventa millones... y los datos indican que estos números se acrecentarán con el paso del tiempo, siendo el caso más significativo el de Asia y Australasia, con un aumento de casi noventa millones de personas. Datos verdaderamente significativos.


Los diabéticos no sólo tienen problemas con el nivel de glucosa de su cuerpo, sino también quedan expuestos a infecciones, principalmente en sus pies, como úlceras de pie, algo doloroso y molesto.


El tratamiento de esta enfermedad viene bien representado en la siguiente foto:

1-Inyección de insulina para suplir la carencia de la insulina que no produce el organismo.

2-Una dieta sana y equilibrada, y siempre tener a mano algo con azúcar para evitar y tratar los bajones de glucosa.

3-Realizar ejercicio, llevar una vida activa.

Estos tres sencillos ámbitos se ven afectados por la enfermedad, aparte de hacerla rutinaria y odiosa (como cualquier otra), al fin y al cabo, la inyección de insulina y el control de la glucosa son molestos; la alimentación está directamente afectada por la enfermedad; y el ejercicio se ve también afectado, debido al descenso de glucosa que experimenta un diabético por el gasto físico.

martes, 6 de marzo de 2012

Ejercicio 2, tema 4: Las debilidades de los españoles


La lista del "Top 20" de los medicamentos más consumidos por los españoles se asemeja a cualquier lista de reproducción de música: muchos elementos son lo mismo, y algunos tienen popularidad durante ciertos periodos de tiempo. A primera vista, sorprende que de veinte medicamentos haya 9 analgésicos y antiinflamatorios, al parecer, a los españoles, como a cualquiera, el dolor nos incomoda, nos pica, nos, y perdón por la rebundancia, duele. Poco tardamos actualmente en tirar de talonario de recetas, o de pastilla de turno en cuanto notamos que algo no está como queremos, como debería estar (¿homeostasia, quizás?). Esto es así, una de nuestras debilidades más evidentes es el dolor, como cualquier otra persona humana. Hay tres antiinflamatorios, y seis analgésicos contra el dolor, las molestias post-traumáticas, la fiebre, el dolor de cabeza, las infecciones...

Así pues, los españoles, al igual que de cuidarnos contra el dolor, nos sabemos cuidar bien en general, fruto de la dieta mediterránea durante siglos, y de la buena vida que se lleva en la Península. Nos cuidamos la vista con colirios para los ojos cuando ya están rojos y más que molestar, duelen, o cuando su sequedad se nos hace insoportable. Los españoles, según el Top 20, tenemos un colirio en especial, uno preferido ante cualquier otro, el Viscofresh (pese a que yo personalmente no lo conocía). Los españoles también sabemos cuidar nuestra dieta, apreciamos comer como el que más, y aquí la diabetes es un molesto peso que tenemos: el azúcar endulza las comidas y es importante para el cuerpo, y si nuestro propio organismo provoca problemas por este simpático glúcido, nos sentimos mal. Aparte, la diabetes puede condicionar no sólo la dieta, sino la vida de una persona: realizar deportes no es lo mismo si te puede pegar un bajón de azúcar, la insulina y los pinchazos se vuelven compañeros rutinarios indeseables... Para tratar esta enfermedad, los españoles tomamos el Dianben, un medicamento especializado para ello. Al parecer, la diabetes es una enfermedad "popular" en España, aumentando el número de casos un 5% cada año, y habiendo unos 3.400.000 españoles enfermos.



Sin movernos del ámbito de la comida, también el Almax, otro medicamento, es importante, al ser un antiácido para el estómago, y encontrase en este top 20: no hay nada más molesto que estar enfermo, y más por la comida. Si nuestro estómago perfectamente diseñado "de fábrica" falla, y el ácido que nos ayuda a digerir causa problemas, o bien acidez, los españoles no dudamos en confiar en este medicamento.



Cambiando de aparato, pasamos del digestivo al respiratorio, donde los españoles también tenemos problemas: bien por la contaminación, por la alergia, o cualquier causa, a los españoles nos traen los bronquios de bruces, teniendo en el top 20 dos medicamentos distintos para tratar problemas: un broncodilatador para ayudarnos a respirar mejor y más libremente (¡qué placer!), y, para los catarros, resfriados, etc, un medicamento, el Flumil, para ayudarnos a limpiar los bronquios de molestos "inquilinos". Movámonos siguiendo el curso de la sangre de los bronquios al corazón, a nuestro aparato circulatorio, algo muy básico para nosotros. Porque si los españoles sufrimos como el que más las enfermedades cardiovasculares (son la principal causa de muerte en España), no iba a ser menos en el top 20 donde hay dos anticoagulantes (para evitar trombos o posibles infartos), y un anti-colesterol, ítem. Sin embargo, quizás esto a los españoles no nos ha entrado en la cabeza: los medicamentos y tratamientos anticoagulantes y anti-colesterol nos pueden salvar en determinados momentos, o bien ayudarnos, pero las enfermedades cardiovasculares son algo que escapa quizás a nuestro alcance, siendo algo incontrolable pata la ciencia; que no para nosotros. Comer sano, hacer ejercicio regularmente, evitar los excesos y las grasas... son hábitos saludables para evitar problemas o sustos que nos pueden costar muy caro. Con medicamentos sólo, no vale.



Por último, me han llamado la atención tres nombres de tres botes de medicamento que, ojo, sirven para tratar la tensión, la ansiedad, el estado psíquico. Me ha llamado la atención básicamente porque no creía que hubiera tres medicamentos cerrando el top 20 ( no sé que lugar exacto ocupan), pero lo que tratan nunca pensé que pudiera ser motivo de preocupación para los españoles. La tensión, el estrés, la ansiedad consecuente... es algo que parece más propio de las películas de EE.UU que de aquí; no digo que la vida no sea una lucha constante a contracorriente; que el tiempo es breve y no vuelve, ni se hace esperar; pero jamás creí ver a algún español, el mismo que puede echarse la siesta y alargar un poco más de lo aconsejable el ocio, tomando pastillas para ir a trabajar. A ver, yo no estoy ahí fuera, y no sólo el trabajo influye, pero, al parecer (y pese a los 5 millones de parados), el estrés, ya sea personal, laboral... hace que tres medicamentos de este tipo (estabilizadores psíquicos,  contra el estrés y la ansiedad...) se encuentran cerrando este top 20 de las debilidades de los españoles. Porque, al fin y al cabo, alguna teníamos que tener.